Moler la marihuana es un paso realmente importante cuando estás preparando tu hierba para fumar. Puede parecer una tarea aburrida, pero créeme, marcará una gran diferencia en cómo se fuman tus porros y pipas. Así que vayamos directamente al grano y aprendamos todo al respecto.
Hay varias formas diferentes de moler tu marihuana. La forma más popular es moler la hierba utilizando un amoladora , un dispositivo pequeño con pines afilados que desmenuza la hierba en trozos pequeños. También puedes desmenuzar la hierba con las manos, pero puede ser un poco desordenado y no funciona tan bien como usar un molinillo.
Moler tu marihuana es esencial por varias razones. En primer lugar, te permite obtener todo el sabor y olor de la hierba, lo que significa un consumo más placentero. Además, al molerla, la marihuana se quema de manera uniforme y no hay caladas duras ni combustión irregular.
Al moler tu marihuana, también aumentas su superficie, por lo tanto la combustión ocurre un poco más eficientemente y... ¿quién estoy engañando? ¡Se vuelve más potente! Por eso, si quieres extraer lo máximo de tu marihuana, molerla bien antes de fumarla es fundamental.

Pero cuando muelas tu marihuana, podrás empaquetarla más densamente en un porro o en una pipa, lo que significa una combustión más uniforme y más rendimiento por tu dinero. Además, moler ayudará a deshacerte de tallos o semillas que puedan arruinar tu fumada.

Al preparar la marihuana para porros y pipas, es importante molerla. Quieres que tu hierba quede finamente molida, pero no hasta convertirla en polvo. Esto, junto con un buen diseño del porro, te garantiza un humo suave sin obstrucciones ni caladas duras. Rectificadora y pulidora metalográfica es una excelente herramienta para lograr la molienda perfecta.

Con la marihuana en la cámara, debes golpear tu molinillo o moler en el centro (o encima del imán, idealmente) y no contra los dientes. Esto mantendrá tu hierba quemándose de manera uniforme y evitará desperdiciar cannabis.